En la escalada deportiva intervienen gran cantidad de factores que influyen en el rendimiento y muchos de ellos están íntimamente relacionados con las características de nuestras manos y dedos. Existen numerosos estudios en los que se revelan algunas características antropométricas de los escaladores como bajo índice de masa corporal (IMC), índice envergadura-altura (APE index), bajo porcentaje de grasa (Espana Romero et al., 2009; España-Romero, Ortega, García-Artero, Ruiz, & Gutiérrez, 2006; Grant et al., 2001; Mladenov, Mihailov, & Schoffl, 2009; Tomaszewski, Gajewski, & Lewandowska, 2011; P. Watts, Joubert, Lish, Mast, & Wilkins, 2003; P. B. Watts, Martin, & Durtschi, 1993), pero sin prestar gran importancia a las características morfológicas de la mano y sus consecuencias en el rendimiento. Sin embargo, desde un punto de vista físico-análitico podemos llegar a varias conclusiones sobre como puede influir el tamaño de la mano en el rendimiento en diferentes agarres, texturas o movimientos.
Las variables fuerza, superficie de contacto y presión y la
relación que determinen son las magnitudes a analizar para averiguar las
ventajas y desventajas que se puedan dar.
Presión= fuerza/superficie de contacto (área)
La fuerza, no la presión, es lo que determina la capacidad
para generar rozamiento y por lo tanto sustentación en el agarre.
Froz = coef. roz x Fnormal
Ahora bien, el que la presión sea mayor supone que un área
menor soporta toda la fuerza ejercida y consecuentemente que una superficie
menor de piel soporte toda la carga lo que provoca mayor probabilidad de sufrir
lesiones cutáneas.
En condiciones ideales en las que
el tamaño de la mano sea proporcional al tamaño del cuerpo (peso y altura), a
la distancia de las inserciones respecto a sus articulaciones (brazo de
potencia del torque) y a la fuerza relativa, podemos sacar varias conclusiones
respecto a las ventajas o desventajas en función del tipo de agarre.
Ignacio Mulero mostrándonos las características de sus manos y dedos. belmezface.com |
ROMO:
Sosteniéndonos sobre un plano inclinado de tamaño ilimitado,
y por lo tanto independientemente del tamaño de la mano la distancia entre el
eje de rotación (articulación metacarpofalángica) y el punto más cercano de
aplicación de la fuerza (borde proximal de las falanges proximales) es
proporcional al tamaño de la mano, no habría diferencias en la capacidad de
sustentación entre una mano más grande o más pequeña ya que al ser
proporcionales los brazos de resistencia y de potencia los torques serían
iguales. Resumiendo, lo que determina el rendimiento en este tipo de agarre es
la fuerza relativa independientemente del tamaño de la mano.
Por lo tanto, si independientemente del tamaño del cuerpo y
de la mano (en estas condiciones) no hay diferencias en la capacidad de sustentación,
el sujeto más grande saldría favorecido en la mayoría de los casos debido a la
menor distancia relativa hasta el siguiente agarre.
Sustentación en plano inclinado. Carlos Álvarez |
REGLETA:
En el caso de una regleta, donde la profundidad del
agarre se ve limitada, la cosa puede cambiar bastante. En primer lugar, está el problema de torques,
cuanto más cercano sea el borde proximal en contacto de la falange distal al
eje de rotación, menor es el brazo de resistencia del torque y consecuentemente
es menor la fuerza que debe generar el brazo de potencia (fuerza motriz) para
conseguir el equilibrio.
Profundidad de una regleta vista de perfil. Carlos Álvarez |
En segundo lugar si asumimos que para una mano más grande el
tamaño del pulpejo (distancia entre limite distal del dedo y hueso) es mayor, la superficie rígida (hueso) de
nuestro dedo que este ejerciendo fuerza sobre la regleta será menor y consecuentemente
se disipara fuerza debido a las condiciones flexibles del pulpejo.
CONCLUSIONES:
En base a este análisis biomecánico parece que los
escaladores con manos grandes poseerán desventajas sustanciales en agarres con
limitaciones importantes en profundidad (regletas) o visto desde el punto de
vista competitivo las manos pequeñas se verán favorecidas en agarres con poca
profundidad y las manos grandes favorecidas en agarres sin limitación en la
profundidad como romos o volúmenes.
Asumiendo que los deportistas con manos más grandes poseen
condiciones proporcionales en cuanto a altura peso, fuerza relativa y torques
de las articulaciones, induce a que físicamente poseen la misma capacidad para
sustentarse de agarres grandes que los deportistas con manos más pequeñas, pero
sin embargo los primeros se encuentran a una distancia relativa menor de los
siguientes cantos, con lo cual les favorece.
Que el tamaño de la mano sea menor también puede influir en
que en agarres que se ven limitados por arriba (agujeros) entre mayor longitud
de los dedos en el agarre lo que supondría que el agarre sería más grande y por
lo tanto un beneficio.
El grosor de los dedos puede influir determinantemente en el
riesgo de sufrir lesiones cutáneas, un dedo más grueso sufrirá menos presión
con su consecuente disminución de probabilidad de desgarros de la piel. El
grosor del dedo también puede ser un indicador de la sección trasversa de tendón
con lo que podemos deducir que un dedo grueso podría correr menos riesgos de
sufrir tendinopatías. Por otro lado, un tendón de pequeña sección generará más
presión sobre las poleas que un tendón con la misma fuerza de mayor sección,
por lo tanto, un tendón fino transmitiendo una gran fuerza de agarre puede ser
un factor de riesgo importante en la rotura de poleas.
Un formato de equipamiento en el que predominen los
volúmenes sobre los agarres pequeños, como el actual, puede estar favoreciendo
a la gente alta y con manos grandes sobre la gente más pequeña y con manos más
pequeñas en comparación a la escalada en roca donde hay mayor predominancia de
agarres pequeños.
Carlos Ruano realizando un bloque de volúmenes. awesomebouldercenter.com |
Este artículo es solo una aproximación de lo que pueden
suponer ciertas características anatómicas de la mano en cuanto a ventajas o
desventajas que se puedan dar en diferentes situaciones de escalada.
APLICACIONES PRÁCTICAS:
Con estas conclusiones podemos deducir, en función de las
características morfológicas de la mano de un deportista, en qué tipo de
agarres puede obtener mejor o peor rendimiento, lo que nos puede llevar a
desarrollar una mejor planificación del entrenamiento poniendo más hincapié en
posibles puntos débiles según convenga.
Las características anatómicas pueden ser datos de gran
importancia a la hora de evaluar el estrés mecánico que pueden sufrir ciertas
estructuras y por lo tanto mayor información a tener en cuenta para valorar
factores de riesgo de lesiones.
Estos datos pueden ayudar a que los equipadores de
competiciones tengan en cuenta si en función de los agarres que pongan pueden
favorecer más a unos deportistas que a otros y que se logre una mayor
neutralidad e imparcialidad.
BIBLIOGRAFÍA:
Espana Romero, V.,
Ruiz, J. R., Ortega, F. B., Artero, E. G., Vicente-Rodríguez, G., Moreno, L.
A., . . . Gutierrez, A. (2009). Body fat measurement in elite sport climbers:
comparison of skinfold thickness equations with dual energy X-ray
absorptiometry. Journal of sports
sciences, 27(5), 469-477.
España-Romero, V., Ortega, P., García-Artero, E., Ruiz, J., &
Gutiérrez, S. (2006). Performance, anthropometric and muscle strength
characteristics in Spanish elite rock climbers. Selección, 15(4), 176-183.
Grant, S., Hasler, T., Davies, C., Aitchison, T. C., Wilson, J.,
& Whittaker, A. (2001). A comparison of the anthropometric, strength,
endurance and flexibility characteristics of female elite and recreational
climbers and non-climbers. Journal of
sports sciences, 19(7), 499-505.
Mladenov, L., Mihailov, M., & Schoffl, V. (2009). Antropometric
and strength characteristics of world-class boulderers. Medicina Sportiva, 13(4), 231-238.
Tomaszewski, P., Gajewski, J., & Lewandowska, J. (2011). Somatic
profile of competitive sport climbers. Journal
of human kinetics, 29, 107-113.
Watts, P., Joubert, L., Lish, A., Mast, J., & Wilkins, B.
(2003). Anthropometry of young competitive sport rock climbers. British journal of sports medicine, 37(5),
420-424.
Watts, P. B., Martin, D. T., & Durtschi, S. (1993).
Anthropometric profiles of elite male and female competitive sport rock
climbers. Journal of sports sciences, 11(2),
113-117.
¿Y las pinzas? La experiencia me dice que las manos grandes son una importante ventaja, porque consiguen llegar a un mejor ángulo de presión (la pinza más atrás) y cerrar mejor el ángulo entre dedos y pulgar. Me parece el aspecto en que más influye el tamaño
ResponderEliminarPorsupuesto! En una piza ancha en la que no te llegue el pulgar por tener la mano pequeña estas mucho más limitado claro.
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