}

martes, 6 de febrero de 2018

POLEAS TENDINOSAS Y ESCALADA: VENDAJES



1-      Conceptos generales
2-      Pathomechanism
3-      Poleas y Fuerza de agarre
4-      Vendajes

Han sido varios los vendajes propuestos por diferentes profesionales y científicos, sin embargo, a menudo vemos a escaladores vendarse los dedos de diferentes maneras sin conocer los efectos que pueden tener esos diferentes vendajes sobre sus dedos, e incluso ver a profesionales recomendar o proponer ciertos vendajes cuando puede que no sean los más efectivos para la patología o el objetivo en cuestión.  Aunque la literatura científica en este campo no sea muy extensa, no por ello debemos dejar de valorar el material del que disponemos, de esta manera os muestro una pequeña revisión de los diferentes tipos de vendajes analizados y cuáles son sus características y objetivos.
La patología más común en la mano en escaladores son las lesiones relacionadas con la vaina de los tendones flexores y sus poleas (A. Schweizer, 2012). Como comentábamos en la primera de estas cuatro entradas la principal función de las poleas es mantener los tendones flexores pegados al hueso para que cuando estos traccionen de las falanges mantengan su recorrido cercano al hueso evitando que se produzca el efecto cuerda de arco. De este modo podemos intuir que el propósito del vendaje puede ser reforzar las poleas ayudándolas a mantener los tendones pegados al hueso y/o evitar la cuerda de arco, y efectivamente es así.
Uno de los vendajes más sencillos y comúnmente usados es el tape circular sobre la falange media o sobre la falange proximal dependiendo de la situación o de la zona dolorida. Warme and Brooks (2000) analizaron el efecto de este tipo de vendaje en manos de cadáveres jóvenes y no encontraron resultados significativos sobre que el vendaje tuviese algún efecto en reforzar la tolerancia a la rotura de alguna polea, deduciendo que el efecto de este tipo de vendaje podría ser debido simplemente al placebo.
Sin embargo, Andreas Schweizer (2000), también analizó las consecuencias del vendaje circular encontrando que si el vendaje se colocaba en la parte más distal de la falange proximal sí que contribuía a reducir en una pequeña medida la cuerda de arco, contribuyendo a soportar un 12% de la carga sobre la polea a2.

Otro tipo de vendaje propuesto, algo más complejo, es el vendaje en cruz (V. Schöffl & Hochholzer, 2004) que consiste en dar una vuelta circular por la falange proximal para luego pasar diagonalmente por la cara anterior de la articulación interfalángica proximal (PIP), dar una vuelta sobre la falange media y volver a pasar diagonalmente por PIP formando una cruz.

Ilustración 1: Vendaje en H (anular), vendaje en cruz (corazón), vendaje circular (índice)

Sin embargo el estudio más reciente que evalúa los vendajes (I. Schöffl, Einwag, Strecker, Hennig, & Schöffl, 2007) arroja claras diferencias entre la efectividad de los diferentes métodos. En este estudio se propone otro nuevo método de vendaje el “H tape”, que consiste en dividir una gruesa tira de esparadrapo en cuatro ramificaciones, fijando la parte que une las ramificaciones en PIP y enrollando dos de las cuatro ramificaciones sobre la falange media, y las otras dos sobre la falange proximal (ver video).
El H tape mostró diferencias significativas en sujetos con previas roturas de a2 con respecto al no uso de esparadrapo y a los métodos antes descritos, en la reducción de la cuerda de arco al ser sometido el dedo a una tensión de 10 N. Este tipo de vendaje además mostró diferencias significativas en la producción de fuerza con respecto a no usar ningún vendaje.

En el siguiente video podemos ver a Volker Schoffl explicando como realizar el vendaje en H:


Podemos concluir de esta manera que las evidencias científicas, por ahora, nos muestran que el H-tape es el método más efectivo de vendaje para la reducción de la cuerda de arco. Sin embargo, ninguno de los estudios antes citados tiene en cuenta cómo pueden afectar estos vendajes a la vascularización del dedo, lo cual puede ser un factor importante para los tejidos.

Otro tratamiento post ruptura de polea ha sido el recientemente propuesto por (Schneeberger & Schweizer, 2016) que consiste en una férula que se coloca en la falange ciñendo los tendones al hueso pero dejando libre de presión los laterales del dedo para no comprimir los nervios y los vasos sanguíneos para preservar una buena vascularización. Este tratamiento se mostró muy efectivo en la reducción de la distancia tendón-hueso tras la rotura de alguna polea, siendo aplicada la férula tras el diagnóstico de la lesión y mantenida durante dos meses. Por lo tanto, parece un método muy bueno para el tratamiento conservador inmediato a la lesión pero no como para usar este tipo de férula escalando debido a la incomodidad, déficit de movilidad u otras consecuencias.

Ilustración 2: Férula polea. (Schneeberger & Schweizer, 2016)



BIBLIOGRAFÍA:
Schneeberger, M., & Schweizer, A. (2016). Pulley Ruptures in Rock Climbers: Outcome of Conservative Treatment With the Pulley-Protection Splint-A Series of 47 Cases. Wilderness Environ Med, 27(2), 211-218. doi:10.1016/j.wem.2015.12.017
Schöffl, I., Einwag, F., Strecker, W., Hennig, F., & Schöffl, V. (2007). Impact of taping after finger flexor tendon pulley ruptures in rock climbers. Journal of applied biomechanics, 23(1), 52-62.
Schöffl, V., & Hochholzer. (2004). Sportklettern: aktuelle sportmedizinische Aspekte: Lochner.
Schweizer, A. (2000). Biomechanical effectiveness of taping the A2 pulley in rock climbers. Journal of Hand Surgery, 25(1), 102-107.
Schweizer, A. (2012). Sport climbing from a medical point of view. Swiss Med Wkly, 142, w13688. doi:10.4414/smw.2012.13688
Warme, W. J., & Brooks, D. (2000). The effect of circumferential taping on flexor tendon pulley failure in rock climbers. The American journal of sports medicine, 28(5), 674-678.

No hay comentarios:

Publicar un comentario